lunes, 15 de septiembre de 2008

Hay que correr a la Corradini

Es una decepción para todo estudiante de comunicación asistir a una conferencia en donde aparentemente vas a aprender y a mejor tú calidad como persona y como estudiante, sin embargo; fue todavía más decepsionante estar dentro de la conferencia de una periodista “reconocida” y me atrevo a decirlo entre comillas, ya que fue muy contradictoria y repetitiva en todo lo que decía.

Para mì no tuvo credibilidad de ningún tipo y menos por su necesidad aferrada de creer que ella tenía la razón en todo y esperando que toda la gente del auditorio fuéramos sus borregos y le creyéramos cada una de las tonterías que dijo.

No puedo entender como una persona que se atreve a hablar frente a un público sea capaz de decir que los comunicólogos somos publicistas y ese es nuestro único trabajo; y que el ser periodista sólo lo pueden ser personas que se dedican a eso únicamente y que por ende tienen que estudiar en una escuela reconocida de periodistas ya que de otra forma no tendremos éxito los comunicólogos.

Considero que hizo muy mal al decir eso ya que, por lo menos, la mitad de las personas que estábamos dentro del auditorio éramos estudiantes de diferentes escuelas de comunicación y por ende ,ofendió a nuestra profesión y por lo tanto, a los comunicólogos que la escuchamos.

Su actitud se tornó agresiva cuando alguien dentro de la sala se atrevió a decirle que no estaba de acuerdo con lo que ella decía y tratando de cubrir la sarta de estupideces que dijo argumentó el yo soy periodista, yo sé y tú no, yo estoy bien y tú estás mal. Y lo más curioso de todo es que ésta periodista cayo en su propia trampa al contradecirse a sí misma. Dejando en claro que es una reverenda incoherente.

Salí muy molesta de esa conferencia porque yo considero que un comunicólogo puede desempeñar el trabajo de cualquier periodista y de muchas otras cosas más dentro de su rama.

No me gusto la conferencia porque se la paso leyendo, nunca estuvo abierta a otras respuestas, dijo que los periodistas deben ser objetivos y que su única función es informar, que no importaba su seguridad, que los derechos humanos no cuentan cuando se está informando. Y a mí me pareció pésimo que dijera todo eso porque un periodista también es un ser humano, con derechos y con obligaciones claro está; pero siempre con esa capacidad de llevar al límite su calidad humana y su calidad profesional.
Para concluir quiero decir que para eventos como la Bienal de Radio hubiera sido mejor que invitaran a un líder mexicano que hablara sobre el tema, en lo personal creo que siempre ocurre el malinchismo en esta ciudad ya que, sé que hay muy buenos periodistas mexicanos y no necesitábamos irnos tan lejos con una periodista que tiene un cacahuate en la cabeza y que habla sólo por hablar.

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